Una costa salvadoreña casi inexistente.

Casi medio siglo después del primer contacto de barcos españoles con el golfo de Fonseca y la costa ahora salvadoreña, en Dieppe, al norte de Francia, un hidrógrafo y trazador de mapas marinos usaba información cartográfica disponible para crear su Carte cosmographique ou universelle description du monde avec le vrai traict des vents o Mapa cosmográfico o descripción universal del mundo con la dirección verdadera de los vientos.

Resulta obvio que ese mapa de 1570 no era el primer trabajo cartográfico de Jean, Johan o Jehan Cossin, pero sí es el único que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo y llegar hasta nuestros días, custodiado entre los valiosos acervos de la Biblioteca Nacional de Francia.

Cossin plasmó su carta portulana sobre una vitela de 25 por 43 centímetros, sin usar una escala conocida. Para ilustrarla, usó signos zodiacales en la parte izquierda (fue el segundo mapa europeo del siglo XVI en ostentar los signos zodiacales en referencia a la eclíptica) y dibujos fitomórficos en las cuatro esquinas y otras cuatro ilustraciones más en las partes centrales superior e inferior.

Para el interior del mapa, el “marinnier” Cossin empleó topónimos en tinta roja, bordes en verde y montañas en marrón y verde, así como otras tintas para marcar el ecuador, las líneas de los trópicos y las de los vientos. El uso de tintas verdes y rojas para bordes y topónimos quizá lo haya retomado de los usos que se les dieron en otros atlas previos, como el Miller (1519) y el Vallard (¿1547?), conservados en la actualidad en la Huntington Library (California) y en la Biblioteca Nacional de Francia. 

En las artísticas banderas que se encuentran entre el mapa y sus bordes, Cossin dejó registro del título, el nombre y apellido de su autor (claramente visibles en la parte inferior derecha) y la fecha y lugar de producción de la carta.

La fuerza del trabajo de Cossin no se encuentra en sus destrezas como iluminador-cartógrafo, sino en sus amplios conocimientos matemáticos, que lo llevaron a utilizar la proyección sinusoidal o proyección de Sanson-Flamsteed en su mapa, donde los meridianos sirvieron como sinusoides y los paralelos se constituyeron en líneas rectas equidistantes, divididas en partes iguales por las sinusoides.

Aunque su intención era servir como una carta portulana más efectiva para navegar, gracias a su descripción de los rumbos del viento en todo el planeta, lo cierto es que este trabajo de Coussin no resultó atractivo para los pilotos y navegantes europeos de su tiempo, por lo que fue impráctico y no se le dio más continuidad en los años posteriores. Sin embargo, para la historia de la cartografía mundial resulta ser de gran importancia, al haber seguido al flamenco Gerardus Mercator (1512-1594) para producir un mapa con la proyección sinusoidal.

Otra posibilidad es que sus numerosos datos anacrónicos o errados (California como isla, una desmesurada Antártica, etc) resultaran chocantes y descartables al momento de la aparición de los 18 mapas del portugués Fernão Vaz Dourado, en 1571. Así, la parte centroamericana en el mapa de Cossin no incorporó información de los viajes por la Mar del Sur realizados por Andrés García Niño, Pedro Miguel, Pedro Corzo y otros pilotos, como sí ocurrió con los mapas de Diego Ribeiro (1529), Battista Agnese (¿1540?), Guillaume Brouscon (1543), Nicolas Vallard (¿1547?), Giacomo Gastaldi (1548), Diego Gutiérrez (1562) y otros disponibles. En ese sentido, resulta extraña la documentación geográfica poco rigurosa empleada por Cossin, vinculado de manera estrecha con la escuela de cartógrafos bretones de Le Conquet, en la que se buscaba trazar portulanos y mapas ya no con costas mal definidas y errores en la definición de los accidentes geográficos y otros detalles, sino dotar a cada trabajo con características mucho más precisas.

En el caso específico de la costa salvadoreña, aparece desdibujada y casi inexistente en ese mapamundi sinusoidal de Cossin y su trazado mercatoriano, lo cual puede entenderse como el hecho de que el Reino de Guatemala no representaba un punto estratégico para Cossin. Por ello, no es posible identificar ninguno de sus accidentes geográficos ni se dejó constancia de sus topónimos costeros, como sí ocurrió con los otros cartógrafos y mapas antes citados, en especial en el de Ribeiro, trazado apenas siete años después de la llegada de los dos barcos de Andrés García Niño al golfo de Fonseca y al litoral del Rostro Fragoso.

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PARA SABER MÁS

-D’ANGELO, Fabio. The scientific dialogue linking America, Asia and Europe between the 12th and the 20th Century: Theories and techniques travelling in space and time, Nápoles, Viaggiatori, 2018.

-ROBLES MACÍAS, Luis A. Zodiac on Earth: The Ecliptic on two sixteenth-century Ottoman World Maps. The Journal of Ottoman Studies, 2012, 39, pp. 95-120.

-WOODWARD, David (ed.). Cartography in the European Renaissance, volume III, parte I de History of Cartography, Chicago-Londres, University of Chicago Press, 2007.


SOBRE EL AUTOR

Carlos Cañas Dinarte, investigador, editor y autor salvadoreño radicado en España desde hace 11 años. Ha publicado más de 25 libros (historia cultural, literatura, compilaciones y libros de texto) en ocho países. En 2012 publicó el Atlas histórico cartográfico de El Salvador 1529-1909 (San Salvador, CNR-CEL-FUNDEMAS, edición bilingüe). En la actualidad trabaja una amplia investigación acerca de la historia de las pandemias y epidemias en El Salvador desde el siglo XVI hasta el presente.

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